INVESTIGACIÓN CONFIRMA: Mayor producción de papa y ahorro hasta el 90% de uso de agua con
La sequía es considerada el principal factor ambiental que limita el crecimiento y la productividad de los cultivos en todo el mundo, especialmente en las zonas semiáridas como el Mediterráneo (Rojas y Ledent, 2014). En el Ecuador se presentan sequías que afectan directamente a la producción agrícola. Como una forma de mitigar la sequía los hidrogeles como el poliacrilato de potasio sirve como material polimérico súper absorbente, son sólidos granulares caracterizados por tener estructura tridimensional entrecruzada de cadenas flexibles, en contacto con agua, esta se desplaza hacia el interior de la partícula de hidrogel, dada la menor actividad de agua que allí se presenta. A medida que el agua se difunde, la partícula incrementa su tamaño y las cadenas poliméricas se mueven para acomodar las moléculas de agua, simultáneamente, la presencia de puntos de entrecruzamiento evita que las cadenas en movimiento se separen y por tanto se disuelvan en el agua (Cortés et al., 2007).
La papa (Solanum tuberosum L.) es uno de los cultivos alimenticios más importantes a nivel mundial, ocupa el cuarto lugar en importancia como alimento, después del maíz, el trigo y el arroz (Devaux, 2010). En Ecuador la papa se cultiva en la región interandina desde los 2000 hasta los 3600 metros sobre el nivel del mar (m.s.n.m.), y se encuentra un alto número de variedades nativas y mejoradas, algunas de las cuales ofrecen mejores rendimientos con una menor inversión, lo que hace que sean cultivos más rentables (Montesdeoca, 2017). La papa chaucha (Solanum phureja J.) pertenece a la familia Solanaceae, serie tuberosa. Es una planta conformada por varios tallos herbáceos con muchas ramificaciones de donde brotan flores blancas o rojas que se conservan hasta el final del ciclo y hojas compuestas de color amarillo verdoso. El sistema radical está conformado por raíces con ramificaciones laterales y estolones a partir de los cuales se forman los tubérculos, que son órganos de reserva de la planta (Luján, 1996). El cultivo de papa es conocido por su susceptibilidad a la escasez de agua y se han observado diferencias genotípicas en su tolerancia a la sequía. El rendimiento de este cultivo depende de la duración y de la intensidad del estrés hídrico, del clima y de las condiciones del suelo (Rojas & Ledent, 2014). El efecto del estrés hídrico sobre el rendimiento de papa depende de la respuesta global de procesos morfo-fisiológicos, tales como la fotosíntesis, la expansión de la superficie de la hoja, la senescencia foliar, la partición de asimilados, el inicio de la tuberización, entre otros (Galmés et al., 2001).
La provincia de Cotopaxi en el año 2016 presentó una prolongada sequía con una variación del -13% en la variación semestral de la estadística climatológica de precipitación, y un record de precipitación mínima mensual de 7,8 mm, datos registrados por la estación meteorológica ubicada en Rumipamba (INAMHI, 2016), frente a esta situación este ensayo fue ubicado en el Centro Académico Docente Experimental Rumipamba (CADER) en Cotopaxi, con el objetivo de evaluar la capacidad de retención hídrica que tiene el producto poliacrilato de potasio en dichos suelos.
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